domingo, 12 de diciembre de 2010

Más allá de la delincuencia

Bernard Fougéres
bernardf@telconet.net

domingo 12 de diciembre del 2010
Aunando esfuerzos, Ecuador encontrará la forma de controlar una violencia que azota el mundo entero. En Caracas roban cerca de 3.000 automóviles cada mes. En Lima son 250, creo que por ahí va Guayaquil. Se habla de 2’800.000 robos al año en Estados Unidos. La crisis de valores, el consumismo salvaje, el deseo de poseer, la proliferación de la pobreza en zonas suburbanas, la falta de empleos son causas probables.


Hablamos poco de lo positivo que tiene este país, olvidamos a quienes lo engrandecieron: próceres pero también hombres valiosos, mujeres destacadas en todos los dominios: monseñor Leonidas Proaño, José Gómez Izquierdo, tantos sacerdotes o misioneros con hoja de vida intachable (solo nos interesa leer acerca de los pedófilos, mas hay todavía países donde se ofrenda la vida por una creencia), personas acomodadas con conciencia de lo que pueden hacer por el prójimo, cuerpos de voluntariados, obras discretas pero efectivas. Nuestro patrimonio incluye novelistas, poetas, artistas plásticos, artesanos, músicos, pero no son temas que nos importa encontrar en los diarios. En Guasmo sur, en La Prosperina, en el colegio República de Francia, se han ido formando orquestas sinfónicas que hacen su trabajo por amor.

Ecuador tiene paisajes de infarto, montañas, playas, selvas, fauna y flora increíbles, un mosaico de etnias, costumbres (la marimba, el pasillo pueden hablar tan claro como un conjunto de cámara). Nuestra gastronomía no tiene nada que envidiar a la de países vecinos. Estuve en la Feria de Barranquilla, les puedo asegurar que no estamos en desventaja. Tenemos platos que merecen mayor promoción. Somos el país ideal para turistas. Con mi auto recorrí todo el Ecuador de norte a sur, de este a oeste, desde Zamora hasta Lago Agrio. El Oriente es una maravilla de paz que jamás olvidaré: Shell, Mera, Puyo, Archidona, Jumandi. Baños del Tungurahua es uno de los lugares que más amo, pero Cuenca, pero Loja, Vilcabamba, pero Manta, pero...

“Las cosas están ahí mas no sabemos mirar” me dijo Atahualpa Yupanqui hace años. Las puestas de sol en Ballenita, las manualidades y el surf en Montañita (preferimos un reportaje acerca de la droga), esta interminable playa de Olón, la Mitad del Mundo, mi Quito maravilloso, aquel concierto de piano en el cráter del Cotopaxi a 6.000 metros en el 82.

Mañana podría yo también ser víctima de robo, secuestro o algo peor, mas no puedo por eso enjuiciar a todo el país. La falta de orgullo quizás nos vuelve insensibles a lo positivo. Se hablará más del puente que hace falta en tal o cual parte que de aquella maravilla ostentada por Bahía de Caráquez “la ciudad que no tiene copia”. Nuestra ciudad, nuestra provincia tienen también de qué enorgullecernos. Ojalá se llegue a un arreglo razonable con los informales: miles de familias dependen de aquellos negocios. Hablemos de la refacción de los barrios suburbanos, busquemos soluciones, aportemos ideas, no perdamos el orgullo de vivir en una ciudad de gente buena, abierta, directa, generosa, extrovertida, alegre aunque pobre, mujeres hermosas, hombres valientes o valiosos. Miremos al río Guayas: “Pasas mas permaneces siempre y corres de ti mismo perseguido” (Jorge Carrera Andrade).

Dibujo de: Thomas Thorspecken

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