domingo, 15 de agosto de 2010

Historiadores rememoran la fundación de Guayaquil

La ciudad se inició en la Sierra; tras varios traslados se asentó en el actual cerro Santa Ana.

Se inició con el nombre de Santiago de Quito, pero un año más tarde fue llamada Santiago de Guayaquil, como actualmente se la conoce.

Tres historiadores guayaquileños coinciden en que con ese nombre tuvo su origen la ciudad de Guayaquil y explican sobre la verdadera fecha de fundación: 15 de agosto de 1534.

José Antonio Gómez, ex director del Archivo Histórico de la urbe, señala que esa es la fecha que aparece en el acta de fundación de la ciudad.

El documento permanece en el museo Metropolitano de la capital, en el libro de actas del Cabildo colonial.

La fundación la realizó el español Diego de Almagro, por orden de Francisco Pizarro, quien se encontraba en Perú.

Gómez destaca que ese fue el inicio de un proceso fundacional, ya que después de un año (no se tiene fecha exacta), en 1535, se realizó el primer traslado de la ciudad de Santiago de Quito hacia la Costa.

La población llegó hasta un asentamiento indígena llamado Guayaquile, que se encontraba a orillas del río que ahora lleva el mismo nombre.

Es así que desde ese entonces se denominó a la ciudad como Santiago de Guayaquil, acota.

Melvin Hoyos, director de Cultura y Promoción Cívica del Municipio, explica que el primer traslado lo realizó Sebastián de Benalcázar hacia las orillas del río Amay (antiguo nombre del río Babahoyo).

Según el historiador José Antonio Gómez, hay un acta del Cabildo del 24 de julio de 1781 que dice que el último traslado de la ciudad fue en lo que hoy se conoce como el cerro Santa Ana.

Pero la ciudad reasentada por Benalcázar fue destruida al poco tiempo por los nativos del lugar, debiendo ser trasladada por Hernando de Zaera al sitio denominado Yagual a inicios de agosto de 1536, acota.

Hoyos manifiesta que un año más tarde la ciudad se despobló debido al reinicio de las hostilidades de los lugareños.

Por esa razón Pizarro ordena a Francisco de Orellana, quien entonces era gobernador de Portoviejo, que iniciara la pacificación de la comarca con el fin de buscar un nuevo asentamiento para la ciudad de Santiago.

“Guayaquil era una ciudad que desaparecía porque los indios la quemaban”, señala Rodolfo Pérez Pimentel, cronista vitalicio de la urbe.

Este reasentamiento se hizo cerca de la desembocadura del río Yaguachi.

En 1541, Orellana sale al encuentro de Gonzalo Pizarro (hermano de Francisco) y deja la ciudad a cargo de Diego de Urbina, hombre de su confianza, a quien le tocará enfrentar los ataques de los chonos.

Hoyos señala que cuando el sitio estuvo deshecho y luego de largas pláticas con los nativos, Urbina traslada a la población a vivir con los huancavilcas, con quienes los españoles jamás tuvieron tropiezos.

En 1543, Urbina restablece la ciudad en su anterior emplazamiento, en la desembocadura del río Yaguachi.

Más tarde, la guerra desatada entre almagristas y pizarristas obliga al capitán Francisco de Olmos a cambiar la población al pie de una loma conocida como el Cerrito Verde, ahora llamado cerro Santa Ana.

El funcionario dice que el poblado abarcaba lo que ahora conocemos como la avenida Simón Bolívar y Rocafuerte (este a oeste) y entre el cerro y Loja (norte a sur), en la llamada Ciudad Vieja.

Posteriormente se trasladó de este a oeste sobre la misma avenida y la calle Boyacá, y de norte a sur desde Víctor Manuel Rendón y Sucre (Ciudad Nueva), para evitar los saqueos de los piratas y los incendios.

Gómez informa que existe un acta del Cabildo que data del 24 de julio de 1781.

Él aclara que este documento hace pensar que el último traslado se realizó el 25 de julio de 1547, fecha en que coincidencialmente la ciudad celebra sus fiestas patronales, en homenaje a Santiago el Mayor.

Pérez señala que se aprobaba la fundación de una ciudad cuando se creaba un ente jurídico llamado Cabildo, Justicia y Regimiento (Municipio).

Mientras, Gómez agrega que todos los poblados que fundaban los españoles también tenían una iglesia y la plaza de Las Almas.

Detalles: Escritos

Investigaciones

La historiadora Dora León Borja realizó, junto a su esposo Adam Szaszdi, investigaciones sobre la fundación de la ciudad y en uno de sus escritos dice que “Guayaquil no se llama Santiago como consecuencia de haberse fundado el 25 de julio; al revés, Orellana habría fundado la ciudad en 1537 en esa fecha, porque Santiago era su nombre desde su primera fundación, el 15 de agosto de 1534”.


Textuales: Historiadores

José Antonio Gómez
Ex Director del A. Histórico
“Debemos celebrar las fiestas de la ciudad el 25 de julio porque ese es el punto de partida del Guayaquil moderno”.

Melvin Hoyos
Director de Cultura y Acción Cívica
“No podemos festejar una fecha puntual por todos los cambios, pero sí la de nuestro patrono Santiago”.

Fuente: Diario el universo

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